Antes de empezar: una ciudad con dos almas 📜🏛️
Edimburgo, capital de Escocia, se entiende caminando. Es una ciudad donde la historia se palpa en cada piedra y donde el viento del Mar del Norte trae ecos de reyes, filósofos, poetas… y algún que otro fantasma 👻. La urbe se divide en dos joyas urbanísticas: la Ciudad Vieja (Old Town), medieval, con calles empedradas y sus closes estrechos que parecen sacados de una novela gótica; y la Ciudad Nueva (New Town), planificada en el siglo XVIII, ejemplo sublime de arquitectura georgiana con amplias avenidas y elegantes fachadas de piedra arenisca. Entre ambas, un diálogo de piedra y tiempo que hace de Edimburgo una ciudad única.
La Royal Mile 🏰
Columna vertebral de la Old Town, une el Castillo de Edimburgo con el Palacio de Holyrood. Su longitud tradicional es una milla escocesa, unos 1,8 km. Su nombre proviene de su función histórica como ruta ceremonial y, hoy, es un paseo imprescindible que condensa siglos de historia. Callejones, plazas escondidas y tiendas tradicionales esperan a quien se atreva a explorarla sin prisa.
Dónde dormimos 💤
Staycity Aparthotels Edinburgh West End, a solo 25 min andando de la Ciudad Vieja. Un punto de partida cómodo para recorrer la ciudad a pie y sumergirse en su atmósfera histórica.
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Día 1 · Primeros pasos bajo el cielo escocés ☁️🍺
Aterrizamos en Edimburgo al mediodía y tomamos el tranvía (unos 30 min) hasta el alojamiento. Tras soltar las maletas, salimos a aprovechar los últimos rayos de sol —en noviembre anochece sobre las 17:00— caminando por Bruntsfield Links y The Meadows, dos pulmones verdes de la ciudad donde locales corrían, jugaban al frisbee o paseaban a sus perros. Entre los árboles, las ardillas atrevidas 🐿️ parecían darnos la bienvenida como viejas conocidas.
Nuestra primera parada obligada fue un pub tradicional: Doctor’s, donde brindamos con nuestra primera pinta y unas patatas. Con energías renovadas, nos adelantamos al recorrido del día siguiente adentrándonos en el centro histórico. Paseamos por Victoria Street —esa calle curvada y colorida que inspiró el Callejón Diagon de Harry Potter ⚡— y por Nicholson Street, dejando que la ciudad nos sorprendiera a cada paso.
Ya de noche, quedamos con un amigo convertido en “escocés adoptivo” y nos llevó a vivir la Edimburgo más auténtica. Empezamos en Sandy’s Bell, un mítico bar con música en vivo 🎻 donde los violines y guitarras crean un ambiente que parece sacado de otra época. Después cenamos en Noodles Home 🍜, con platos generosos y sabrosos a buen precio. La noche la cerramos en el legendario Banshee Labyrinth, un pub-laberinto considerado “el más embrujado de Escocia” 👻. Sus pasadizos de piedra, salas ocultas y hasta una mini sala de cine para beber una birra mientras ves una peli lo hacen único. La leyenda cuenta que incluso un fantasma predijo desgracias entre sus muros… pero eso es otra historia.
El casco histórico se recorre fácilmente de punta a punta siguiendo la Royal Mile (≈ 1,8 km), con sus closes (callejones medievales) y plazas llenas de historia. La Ciudad Nueva, en cambio, es de trazado geométrico y ordenado. Consejo: calzado cómodo, varias capas (el clima cambia en un suspiro) y no olvidarse de una pausa estratégica para una pinta o un café ☕.

Día 2 · Historia, emblemas y callejones con secretos 🏛️👣
Tocó madrugar: en Edimburgo el día rinde mucho más si empiezas pronto. Nos unimos a un free tour en español, la mejor manera de entender el alma de la ciudad: mezcla de historia, leyenda y ese humor escocés que engancha.
- Catedral de St. Giles y el Castillo de Edimburgo, emblemas religioso y militar que marcan la silueta de la ciudad.
- Royal Mile (tramo High Street), ese eje medieval que conecta la catedral con el castillo, flanqueado de closes misteriosos y de la colorida Victoria Street.
- Mercat Cross, la cruz octogonal donde antaño se hacían anuncios públicos (y ejecuciones). Coronada por un unicornio 🦄, símbolo nacional de Escocia, hoy llama la atención porque está desplazada de su ubicación original, marcada en el suelo.
- The Hub, majestuoso edificio gótico que domina la Royal Mile cerca de la catedral, se construyó en el siglo XIX como sede del **Edinburgh International Festival**. Hoy funciona como centro de información turística, sede de eventos culturales y conciertos, manteniendo su imponente torre y su estilo arquitectónico icónico que se ha convertido en un símbolo de festivales y música en la ciudad 🎶🏰.
👻 Greyfriars & Bobby
Una de las paradas más entrañables fue la estatua del fiel perrito Bobby 🐾, que veló durante 14 años la tumba de su amo. Justo al lado, el cementerio de Greyfriars abre la puerta a mil historias: desde el temido “poltergeist de Mackenzie” hasta los nombres que inspiraron a J.K. Rowling —Tom Riddle, McGonagall…—. Y frente al camposanto, el colegio George Heriot’s parece sacado de Hogwarts, con su sistema de casas incluido ⚡.
🎩 Conos en las estatuas
Si ves estatuas con un cono de obras en la cabeza, no es vandalismo sino tradición. Es la broma urbana preferida de los escoceses: un toque de humor para rebajar tanta solemnidad. Edimburgo no se libra, y de vez en cuando encontrarás alguna figura “coronada” con este peculiar adorno.
Tras la catedral… un aparcamiento
Detrás de St. Giles, en Parliament Square, sorprende encontrar un aparcamiento. Lo curioso es lo que esconde: bajo el asfalto reposan antiguos enterramientos, incluido el del reformador John Knox, señalado hoy con una discreta placa en el suelo. Puro Edimburgo: historia enterrada bajo nuestros pies.


Paramos a comer en Le Maison Bleue, en la fotogénica Victoria Street, donde probamos un delicioso pollo al vino 🍗. Por la tarde continuamos por Canongate, Abbey Strand y Cockburn Street, dejándonos seducir por los closes, esos callejones que parecen portales a otra época:
- Dunbar’s Close → jardines escondidos y recoletos 🌿
- Advocates Close → vista perfecta del Scott Monument 📷
- Lady Stair’s Close → hogar del Museum of Writers ✍️
- White Horse Close → antiguas caballerizas; vivió allí William Dick, fundador de la escuela veterinaria 🐴
- Bakehouse Close → escenario de la serie Outlander 🎬
- Mary King’s Close → callejón sepultado bajo la Royal Mile; hoy se visita en un tour subterráneo entre relatos de peste y vida cotidiana en la Edad Moderna.
Nuestra recomendación: no quedarse solo con los más conocidos. Hay cientos de closes y cada uno guarda un secreto, una historia o una vista inesperada.


Al final de la Royal Mile alcanzamos el Palacio de Holyrood, residencia real en Escocia, y junto a él, Holyrood Park con la imponente silueta de Arthur’s Seat. Esta vez no subimos, pero sí coronamos Calton Hill, la “acrópolis escocesa” con el Nelson Monument, el National Monument y unas vistas panorámicas que al atardecer son pura postal 🌇.
Ya de regreso, cruzamos Princes Street hasta el Scott Monument, saludamos a la National Gallery of Scotland y paseamos por los Jardines de Princes Street. Cerramos la jornada con café y dulce en Grassmarket, en el Castlegate Café ☕️🍰, despidiendo un día cargado de historia, símbolos y pequeñas leyendas urbanas.


Día 3 · Highlands: Glencoe, Lago Ness y memoria 🏞️🥃
Este fue el día grande del viaje: una excursión de jornada completa al corazón de las Highlands, con paradas en el valle de Glencoe, el Lago Ness e incluso Inverness (tour recomendado). Ya desde la salida, la ruta se convirtió en un espectáculo: montañas envueltas en bruma, lagos que parecían espejos y los tonos rojos y ámbar de un otoño escocés que parecía pintado 🎨.
La primera parada fue en Kilmahog, donde nos recibieron las adorables y desaliñadas Hairy Coos 🐮. Allí empezamos a notar esa mezcla tan escocesa de naturaleza imponente e historias cargadas de memoria que el guía iba hilando con maestría a lo largo del trayecto.
Continuamos el camino hacia el norte, entre montañas nevadas en la distancia y pueblos que parecían congelados en el tiempo. Al mediodía llegamos a Fort Augustus, junto al Lago Ness, donde repusimos fuerzas con un menú bien escocés: haggis acompañado de puré de patata y un delicioso salmón 🐟. El lugar es perfecto para sentarse frente al canal de Caledonia y ver los barcos cruzar sus esclusas.
La ruta de regreso fue igual de fascinante, con paradas en el solemne Commando Memorial, un homenaje a los comandos británicos de la II Guerra Mundial con vistas privilegiadas al Ben Nevis ⛰️, y en la histórica Stirling, escenario de las batallas de William Wallace ⚔️, cuyo eco todavía resuena en la memoria nacional escocesa.
Ya de vuelta en Edimburgo, cerramos la jornada con un whisky en Grassmarket. Lo intentamos beber “a lo local”, de un solo trago, pero confieso que nos costó terminarlo 🥃😅. Fue el broche perfecto a un día cargado de paisajes, mitos y memoria.


Día 4 · Dean Village, Stockbridge y jardín botánico 🌿🏘️
Para nuestro último día en Edimburgo optamos por una ruta más tranquila y cercana, perfecta para dejarse llevar por la ciudad sin prisas. Siguiendo la ribera del río Leith, llegamos a las Galerías Nacionales de Escocia, rodeadas de un parque de un verde vibrante incluso en otoño 🍂. Muy cerca se encuentra Dean Village, un rincón que parece detenido en el tiempo: molinos, puentes y fachadas que parecen sacadas de un cuento, como si de repente hubiéramos cruzado a otra época. Lo mejor aquí es pasear sin rumbo fijo, dejarse perder por sus callejuelas y descubrir perspectivas nuevas a cada paso.
Desde Dean Village caminamos hasta Stockbridge, pasando por el elegante Pozo de San Bernardo, un templete neoclásico junto al río que añade aún más encanto al paseo. Stockbridge es un barrio bohemio y residencial que respira calma, con cafeterías acogedoras, librerías y un mercadillo dominical que refleja el Edimburgo más cotidiano y auténtico.
La pausa gastronómica fue en Hector's, un pub de estilo clásico donde probamos un reconfortante Mac and Cheese 🧀 que sabía a gloria. De postre, café y dulce en Söderberg, cafetería nórdica de esas que invitan a quedarse leyendo o simplemente mirando por la ventana. Después nos acercamos al Real Jardín Botánico (entrada gratuita), un oasis verde donde las ardillas juguetonas nos acompañaron entre árboles de mil tonos otoñales 🌳🍁.
Para despedirnos de la ciudad, regresamos a la Ciudad Vieja en busca de algún souvenir y, ya de noche, visitamos el cementerio de Greyfriars. Allí, bajo la tenue luz de las farolas, nos encontramos con nombres que inspiran a los fans de Harry Potter —Tom Riddle y McGonagall—, pero también con historias mucho más oscuras de la vida real 👀.
Con esa mezcla de misterio, historia y algo de escalofrío, dimos por terminado nuestro viaje a Edimburgo. Una ciudad que combina lo pintoresco con lo legendario, capaz de atraparte tanto en la luz del día como en el silencio de la noche. Y como buen viaje, nos fuimos con la sensación de que aún nos quedaba mucho por descubrir 💙.


Día 5 · Adiós, Edimburgo ✈️
El último día llegó casi sin darnos cuenta. Tocaba poner rumbo al aeropuerto con esa mezcla de cansancio feliz y nostalgia que dejan los viajes que realmente te tocan el corazón. Edimburgo nos despidió con su cielo gris, como si también le costara decir adiós, y mientras el avión despegaba miramos por la ventanilla con la promesa silenciosa de volver.
Porque esta ciudad no se recorre en unos días: se vive en sus calles empedradas, se escucha en el eco de sus gaitas y se saborea en cada sorbo de whisky. Y lo mejor de todo es que siempre queda la sensación de que Edimburgo guarda nuevas historias para la próxima vez 💙🏴.

💰 Resumen de gastos del viaje a Edimburgo
Referencia de coste para 4 días y 2 personas en otoño 🍂:
✈️ Transporte
- Vuelos: 300 €
- Transporte al aeropuerto: 30 €
🏡 Alojamiento
- 4 noches: 500 €
🎟️ Cultura y Tours
- Tour a Glencoe - Highlands: 150 €
- Otros tours: 25 €
🍴 Gastronomía
- Restaurantes: 130 €
- Pubs / cafés: 70 €
- Supermercado: 50 €
📊 Total
- Gasto global: 1.250 €
- Por persona: 625 €
Así se reparten los 625 € por persona del viaje:
👉 Un viaje completo por Edimburgo y Highlands, con paisajes e historia, por poco más de 620 € por persona 🍁.
Recuadros destacados: curiosidades y leyendas ✨
🕯️ Mary King’s Close
Callejón sepultado bajo la Royal Mile cuando se construyó la Royal Exchange. Hoy se recorre en visitas guiadas subterráneas entre historias de peste, cierres sanitarios y vida cotidiana del siglo XVII.
🧱 Calton Hill, la “Acrópolis”
El inacabado National Monument le dio fama de “monumento a la ambición”. Junto al Nelson Monument y el observatorio, regala una de las mejores panorámicas al mar de Forth y a toda la ciudad.
📖 Writers’ Museum
En Lady Stair’s Close, dedicado a Robert Burns, Sir Walter Scott y Robert Louis Stevenson. Literatura a dos pasos de la Royal Mile.
Mapa de sitios guardados en Edimburgo
Leyenda
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